jueves, 28 de julio de 2011

Y la priva...

Y la priva…

Bueno, lo peor del trabajo…en realidad, era el sueldo. Lo demás, todo chupi. No sé por qué, pero no parábamos de hablar de beber. ¿Vienes hoy a una sidrería? ¿Tomas luego una cerve? ¿Te traigo un ribeiro cuando vuelva de Galicia? ¡Venga, joder, que te invito! ¡Te invito! Cuántas veces oí eso, y sabiendo lo que significa… ¡Sólo una, de verdad! Que yo no puedo liarme, que luego tengo que ir con mi novia… ¡que mañana madrugo! ¿Cómo me voy a liar? Venga Ciudadano…tómate una conmigo, que hace mucho que no vienes…

No parábamos con el tema, el temita como dice mi Marga… siempre que le insisto con algún tema…y no penséis mal…es con el tema del rascado, que me gusta que me arrasquen… ¡infinito!

Bueno, no os quiero desviar, que lo que pasa es que el temita…el alcohol, jopelas… ¡y tanto que le daban! Venga, si no desfasas ahora que eres joven, ¿cuándo lo harás? … ¿joven? ¿Yo? Pero… ¿y el espejo?

Pajita en los dientes, sombrero de campesino, dedos descalzos, escuchando country en el porche que no tengo, y botellas triple X de alcohol casero... es que siempre me obligan, me tientan… es como si el alcohol me necesitara… ¿para qué? Si este ya barrio está lleno de borrachos, jolín…

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