jueves, 21 de julio de 2011

Opus 36.

Opus 36.

Que paz se respira hoy en mí. Me siento renacer por fin, después de tanto tiempo amargado y triste… Sólo fui un quejica.

Ahora me doy cuenta de lo fácil que es la vida y lo feliz que soy en realidad. Soy un afortunado, y sólo me quejaba y estaba amargado, molestando a los demás, que en realidad habían sido tan buenos conmigo. ¿Por qué fui tan malo? De verdad, no debería haber sido tan duro con la gente, incluso llegué a pensar de verdad que eran falsos conmigo y no querían mi bien… ¿cómo pude hacerlo?

Bueno, eso pertenece al pasado; ya no pienso en lo tenebroso, no… Ya no pienso en que todos estén a la mínima esperando que me pase algo, algo chungo… ¿la trena? Eso ya pasó… (espero)… la posibilidad de ir, me refiero… aunque siempre está la duda. ¿Las drogas, el alcohol, la soledad? Peccata minuta… Ellos quieren verme destruido, lo sé, ¡lo sé! ¿Cómo voy a auto engañarme, cojones? ¿Cómo recórcholis voy a pensar que me quieren bien? ¡Si sé mirar a los ojos! ¡Buitres, hienas! ¡La mentira personificada!

No, no…yo soy pacífico pero no pacifista dicen… ¡mentirosos! Aquí el menos violento ha reventado un par de caras… y sin motivo, ¡ojo! Por chorradas… Al final, todo es politiqueo. Uy, que malo es Ese Ciudadano, ¡es un terrorista! ¡Es un asesino de la Compañía! ¡Para él la Comedia sólo es Oro! ¡¡Mentira!! … Cojones…

Yo sólo hago esto, empezando desde el despertar, suponiendo que duerma, ¿vale? Voy a ello, imagínatelo como un trailer, a toda velocidad, sin tiempo para pensar en no pensar, ¡así de crudo!

ABRO LOS OJOS me digo a mí mismo que esto no puede continuar ESTIRO LAS PIERNAS Y LUEGO LOS BRAZOS grito ¡ESTO NO PUEDE CONTINUAR! Apago el despertador del teléfono móvil y me ducho con agua fría, pienso, me digo, ¡no! ¡Fría, no! Hoy te mereces algo mejor, calma tu carácter, quiérete. ¡LO PRIMERO ES RESPETARTE A TI MISMO! Me digo lo que me dicen… pero… ¿respetarme? Lo veo tan, tan lejano de la realidad… Lo juro… me gustaría respetarme… me gustaría quererme… SER PERSONA…todo esto desde la ducha… En monólogo interior… pensando en todos…no digo nombres…digo El Perro por decir alguno…pero nada, en TOD@S, inclusive no amigos acumulativo de sociedad imperativa CUANDO giro total de la situación y del grifo: AGUA HELADA ¡Es lo que me merezco! , perdón, ¡Es lo que te mereces! Me grito, repito, en monólogo interior. La cosa asciende, no de temperatura, que baja a mínimos, no de volumen, sino de intensidad, no sé si se me entiende, tampoco tiene por qué. Como una ópera, el canto final agudo desgarrado nítido y sobretodo, es la palabra, DOLOROSO, hiriente, que sólo grito yo por salvarme pero grita más fuerte el que me ahoga. Cae por mi cabeza el chorro helado y casi ni tirito, FUEGO es lo que tengo en el pecho, en el corazón, diría que también por sobre los pulmones… Un fuego que tendría que sacar y dar calor a mi Familia…a mis Amigos… ¡estoy tan obsesionado! ¡Estoy tan acabado! ¡Me compadezco tanto de mí mismo!... pero tío,… ¡Mírate los pies! ¿Es un chorro de agua helada? ¿Es sangre? ¿Qué es? ¿Qué tengo en los pies? El principio de todas las cosas, joder, la Desgracia…es lo único que tengo a los pies…entonces…y digo, repito, en monólogo interior, sitúate, en la ducha, a las siete y diez de la mañana…todo en un minuto… ¿Qué fue lo peor que hice hasta ahora? ¡Ya lo dije! ¡¡ABRIR LOS OJOS!!

Demasiado, demasiado. Pero incluso me da tiempo a auto lamerme, digo lamentarme, de la presión de la ducha, TAN floja para mi gusto. Me gusta el choque de agua helada a toda hostia, a toda hostia, a toda hostia… Dame lo que necesito porque tengo el pecho ardiendo y el fuego me quema por dentro, ardo y me lloran los ojos y lloro y confundo mis lágrimas con la ducha, que están calientes mis lágrimas y el agua HELADA pero se mezclan, y mi pecho… ¿mi pecho? Me va a estallar… Me toco todo el rato el corazón… Me tomo el pulso… esto cualquier día… ¡plam! ¡PLAS! Se acabó. Contad mi historia al mundo.

Y sigo, sitúate, recuérdalo, en la ducha, unos treinta segundos para decirme, mentalizarme, ¡toma el café con El Perro! Aguántate a ti mismo, chaval, ¡que te pierdes!
¿Perderme? ¿Más? Pero… ¿se puede?

Oye tronco, ¿y Los Colegas? Estoy en la ducha, ¡te lo tripito! Sí…sabemos que estoy en la ducha…pero… ¿y Los Colegas? ¡¡¿Dónde estáis?!! ¿No iba en serio? ¿No soy un mentiroso por denunciar vuestra falsedad? Entonces, ¿dónde estáis? En la ducha, conmigo, ¡no! Y menos mal… porque es pequeñita y no cabríamos…bromas a parte…Imposible. Yo no se Hablar En Serio… pero digo más verdades que nadie…y Nadie me calla. Digo lo imposible por que lo vivo… Aquí…desde la ducha… Por cierto… ¿te he dicho cómo estaba? Si, creo que sí…

-HELADA-inepto o amigo o desconocido con los sentimientos a flor de piel, dijo-

-¡NO!- Grita Ciudadano- … ¡No!...Cojones… te lo tripito…

¡¡ARDIENDO!!

Cojones… si te lo había dicho…ARDIENDO por dentro, quemándome los pulmones…y por fin…sí…amigos de “La Historia”…cierro el grifo, sí, sí,… sin mojar el suelo, ¡soy considerado a pesar de estar AL BORDE de cualquier cosa! Exacto. Y con fuego suficiente como para quemar lo ignífugo, el Gran Cañón de Mis Tempestades. ¡Exacto! ¿Ahora te das cuenta? ¡Soy culto! YO también estoy INDIGNADO, pero de verdad. Y sí, mis pies…lo importante… la historietita… mis    piececitos… tan solos entre los restos de sangre…que ven mis ojitos de niño pequeño, calmado por el agüita fresca… ¡no!  No es sangre, es agua, restos de agua y algún pelo, negro, como la vida que llevo desde que, cuatripito, ABRO LOS OJOS.

Hay gente que tiene miedo de enfrentarse a su realidad, a su vida, a su droga. ¡Yo no! Yo estoy aquí, mirándome los pies, y pensando… En la casa de mi madre, aquel día que me salió un grano y no quise bajar contigo, mi amor, (aquel amor), me quedé bebiendo, alcoholizado, y sintiéndome solo… Sabiendo que tú estabas ahí abajo, en la sidrería, riendo, y te conté que no podía bajar por… a saber qué mentira me inventé…ni me acuerdo… ¡pero por ti! ¡Joder! ¡Por el grano, por gustarte! Y recordé…al mirarme los pies en la ducha, recordé que ése fue el día que descubrí, como algo poético, que cuando estaba solo y TAN enamorado, metido en la cama y borracho, me frotaba los pies desnudos entre sí, y la vida pasaba.



Sí, conseguí salir de la ducha. Tengo un espejo, me miro por las mañanas con o sin barba, depende del día. Me miro a los ojos, fuerte. No sé por qué. No quiero ser diferente, no lo quiero, Dios, Jesucristo MI Señor lo sabe. Pero la realidad, es esta: No, no me miro la barba, no me miro las lagañas, no me miro el corte de pelo… Por desgracia, ¡no! Salgo, mojado, desnudo…Me miro fuerte, duro, muy duro… A los ojos, en el espejo. Me los miro profundo, a lo negro. Me pregunto por mí, ¿qué fue de mí, quién eres, qué quieres?...esas chorradas… Me miro duro…con La Llama ARDIENDO.

Luego, no te preocupes, ya no es para tanto. Ya pasó lo duro. Me seco con la toalla… Me palpo de vez en cuando el corazón: me va a mil por hora… no es tan duro… no pienso tanto las cosas… me seco…me visto…me echo colonia…ya está. No es tanto…Vamos allá… No te sabría decir el tiempo, amigo, si me lees…pero habrán pasado unos cinco minutos…Me acabo de despertar, como una fiera… Luego…El resto del día…Podría decirte “viene lo peor”, pero no, no viene lo peor. Lo peor es cuando abro los ojos…y me ducho…y me miro en esos ojos…que por mucho que afirme el espejo yo sé que no son los míos…

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