martes, 19 de julio de 2011

JURO DECIR LA VERDAD Y TODA LA VERDAD… es lo único que tengo

Pero, ¿qué dices? ¿Y la mentira? ¿Y la bella mentira?... Tantas alegrías te ha dado… ¡ingrato! ¡Yo la quiero, yo la amo! ¡Vámonos de viaje! Te invito… Mejor no, ya me aburro de mí mismo. ¿Qué te voy a contar? ¿Alguien sabe lo que es mirarse al espejo? Verte en un espejo de un desconocido en realidad; Con muchos más pelos que tú en el sobaco y en los brazos. Con un acento diferente… ¡sin racismos! Sólo verte ahí, los dos sacándose la cera de los oídos… por favor… ¡plagio! ¡asco! ¡Saquen el dedo de ahí, no lo pienso decir dos veces! (pero al final lo dice, y más de dos)…

Yo, un señor otrora apuesto, que paseaba por el parque… ¡que me dormía en el parque! Sí, sí… y me levantaba porque me echaban agua en la cara… que si no… ¡Iban dados! ¡Cuatro! Y no me explicaba de dónde salía el agua… me lo había tirado un ente, un fantasma… ¿de dónde saco los datos? Pues verás… me quedo en mi casa, veo la tele… veo las motas de polvo… ¡cobran vida propia! Me levanto y doy un paseo de treinta minutos exactamente… luego me tomo un cafetito con El Perro… el hijo puta ya está pensando en cocaína desde las siete de la mañana, es un problema… Henry Miller decía algo así como “Si quieres saber lo que significa realmente la amistad, tienes que alejarte de tus amigos”… Muy bueno Henry… pero para eso, primero hay que tenerlos…

Luego, otro alguien decía “Si quieres saber si alguien es tu amigo de verdad, haz que te metan en la cárcel”. Del autor de esto ya ni me acuerdo; De todas formas, seguro que alguien que ha sufrido mucho. Los presos… ¡yo no lo he sido! ¿Cuándo lo he dicho? ¡Ni ganas! No quiero tener nada que ver, no quiero estar cerca… bueno,… me gustaría ayudar… y si hubiera salido todo bien, ayer tendría un librito de un preso…pero no importa… si no me llega la carta que espero… ¿a qué esperar devoluciones? Si tengo la biblioteca aquí al ladito… nada anarquista… pero bueno, si no les devuelvo un libro que tengo, me penalizarán, y cuando lo devuelva y me digan que tengo penalización, me dirán que no pasa nada por esta vez, que me la quitan y que coja lo que quiera, y así, siempre. Creo que es por justificar su puesto de trabajo, ¿no? Cuantos más libros se saquen o servicios se utilicen, más se justifica su puesto…además…que son buena gente, hombre… ¿Cómo voy a pensar mal de los funcionarios de la biblioteca? Si tienen unos baños estupendos… Un olor que ni en las películas de Fred Allen… Claro, que Fred Allen no existe, pero, ¿os lo imagináis? ¿Me lo imagino yo, si quiera?... Lo dudo… ¡qué tormento! ¡Trabajar, vivir, imaginar! Todo en uno, y un mordisco en la oreja recuerdo de la última pelea con la parienta. Cuanto amor, qué sexy. Qué vacío…el buzón…

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