lunes, 1 de agosto de 2011

T.E.A.T.R.O. o Vida y muerte del pulpito Baltasar.

T.E.A.T.R.O.

En la planta número dos de los juzgados, Teatro. Carlos le dice a Noelia que la echa de menos, que tiene en su hombro un lorito peque peque ÑÍSIMO para ella. Que le regala su vida si aparca el Chony Car, si deja de ser chony. Pobre Noelia. Ella está en los juzgados por un delito continuado de bravuconería y beber cocktails. Pobre Noe. Todos la queremos en casa. Ella también es una ciudadana sexy. Pero yo sigo TAN deprimido. Tan con MI historia. Que no podría contar otra… No me lo imagino.

Carlos nunca prepara la cena para Noelia. Se acostumbró a cocinar para una sola persona mientras vivió en Alaska, Avilés, Euskadi, solito. Sin soledad ni pollas. Le encantaba. Tenía Play Station, Internet, teléfono, amigos, dinero, servicio a domicilio de comidas y bebidas… hizo lo que quiso. Ahora tenía una orden de alejamiento y la estaba incumpliendo ¡EN LOS JUZGADOS!

¿Es eso posible? ¿Le podrían entrullar por incumplir la orden yendo a pedir un recurso de la propia orden en los juzgados y estando allí Noelia por su juicio de bravuconería?

Buf, la cosa me aterra, no quiero ni pensarlo, aunque ya lo he hecho. El Carlos es un colega, tronco, tío, ay, qué sería de mí sin coleguitas. Y Noelia… no es que no la quiera, la queremos mucho en casa…ella es una Ciudadana… no digo sexy ni nada…sólo pienso en cosas…a veces, si me tiro unos días con catalano-parlantes, pienso en catalán.

¡Fi-ja-te-tú!...

Antes de nada… dos cosas… El Carlos iba para en presidio…que diga, em presario, cuando vivía en Madrid quería abrir tres bares…me refiero a que cuando vivía en Madrid y pensaba en volverse a vivir a Gijón, pensaba, en Madrid, en llegar a Gijón y poner los bares en Gijón… ¡qué loco estaba! Pero, ¡cómo lo quiero! …¿?

Quería poner un bar de barrio, cervecería, taberna, etc… que se llamase “Casa Carlos”. Fácil de recordar y atractivo por la familiaridad del nombre.

También quería poner un bar cutre de copas que se llamase Bar Mítico, y hacerlo a medias con su colega y, en principio, socio del Bar Mítico, Lowbatt. Lowbatt se llamaba el pibe, vaya, el coleguita.

Y por último, quería poner un Llagar, esto es… para los no-asturianos… una sidrería… que se llamase Llagar “El Llocu” y en el cartel poner un chigreru…esto es…para las no-asturianas, el tío que te echa la sidra, el camarero…quería poner el cartel con él echando un culín de sidra y con los ojos uno para cada lado… buenas ideas… pero Noelia no las aprobaba. Noelia estaba en contra de todo lo que saliese por la boca de Carlos.

Y de ahí a poco más, todo fue teatro. Yo, por mi parte, me olvidé de la historia. Ya tengo las mías propias, ¿no? Fíjate tú, sin ir más lejos, tengo ideas. Dos o tres… no muchas… “Colabora conmigo”, una pequeña estafa que llevo planeando estos días… luego lo del Trivial… lo de tal y cual que no se puede decir… en fin, hoy no es un día muy sexy, casi no hace sol ni llueve… Hoy… ¡mierda! Catástrofe severa sobre mi pelo y mi cara, ¡nunca sobre mis brazos! ¡siempre bajo mis pies! La Desgracia de pensar en Carlos y ver que se parece a Noelia en tanto que piensan el uno en el otro, pero los dos piensan como Noelia, esa relación si es como un Tigre de Papel.

Recuerdo que pasamos con el coche y les vi discutiendo a la puerta de los juzgados, justo encima de donde se sale de calabozos con los cordones en la manita triste, justo encima de la Desgracia que llevo incorporada como un chip listo, rubio y de ojos azules… Y por fin, el camarero me miró… Me puso un zumo de tomate y la bandeja encima del pelo desgraciado… Nos miramos a los ojos, y soñé que me decía que me quería… pero sólo me preguntó que si quería algo más… Y las letras seguían corriendo alrededor mío, alrededor de Carlos y Noelia, inmersos en la historia más allá de las muertes en África o Noruega… Más allá de los soldados de vuelta a casa y los borrachos que despiertan de la mayor de sus resacas… Porque Carlos y Noelia sólo pueden pensar en ellos mismos, que es en mí, pero por los ojos de Noe… es decir, ¡Dabaaz lo dijo! ¡yo siempre le creí! Y cito: No consigo pensar, tío… Así lo digo. Sí, en plan Macarra total, ¿Qué más da? Si ya solo el camarero de mi imaginación me sirve el zumo de tomate a la hora exacta de la sangre, mientras sólo las putas…las putas que ya no tengo para conversar… sí… las putas del Raval… sólo ellas en mi imaginación me siguen escuchando… me siguen el rollo… porque me cansa hasta a mí, y soy consciente de lo pesado que es ser Ciudadano Sexy. Básicamente echar de menos el pecado, el pecado usado ahora como algo normal, despreciable a los ojos de Carlos, que son los de Noelia en tanto que no son mas que una réplica mal hecha… Que fue Noe la que le pulió y le enseñó a pensar… y le cortó esos rizos y esas ideas de poner bares…negocios… ¡no le iban a salir bien!

En fin, el coche en el que iba, pasó…y dejé a aquella pareja discutiendo en los juzgados mientras escribí esa pequeñita obra de Teatro que llamé Vida y muerte del pulpito Baltasar… próximamente…en los mejores teatros de Pumarín…Sexy.

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